Porque sueño

Porque sueño yo no lo estoy. Porque sueño, sueño, porque me abandono por las noches a mis sueños antes de que me deje el día. Porque no amo, porque me asusta amar. Ya no sueño, ya no sueño, ¡ya no sueño!... ya-no-sueño. A ti, la Dama, la audaz melancolia que con grito solitario hiendes mis carnes ofreciendolas al tedio, tú que atormentas mis noches con mis sueños cuando no sé qué camino de mi vida tomar, te he pagado cien veces mi deuda. De las brasas del ensueño sólo me quedan las cenizas de una sombra de la mentira que tú misma me habías obligado a oir. Y la blanca plenitud no era como el viejo interludio, y sí una morena de finos tobillos que me clavó la pena de un pecho punzante en el que creí, y que no me dejó más que el remordimiento de haber visto nacer la luz sobre mi soledad. E iré a descansar, con la cabeza entre dos palabras, en el valle de los avasallados.

Fragmento de L'avalé des avales de Réjean Ducharme leído en Léolo de Jean-Claude Lauzon

miércoles, 21 de octubre de 2009

Dussel, La categoría de totalidad: el mundo, el encuentro originario del sujeto con el otro.



En esto me he pasado ultimamente y por eso no he terminado mis trabajos, pero no importa, escuchar a Dussel me parece muy bonito :D, tanto o más como cuando era escuchar a Gandhi tres horas a la semana. Este primer audio de la recopilación que estoy haciendo está muy ligado a la entrada anterior. Ya me pueden denominar oficialmente dusseliano. Bueno, espero que lo disfruten tanto como yo.

No esperen encontrar coherencia total del texto que sigue, son mis apuntes, pero no los he corregido.

Lo que se me presenta es lo positivo. Lo dado es la posibilidad. El sujeto se enfrenta a su mundo como una realidad, pero se oculta a la vez otra realidad y ésta da el cuestiona a la primera y le otorga sentido crítico. El dolor es un sub-sistema fundamental de la vida que nos permite mantener y reproducir nuestra vida. El dolor no es la negatividad, la negatividad es lo que causa el dolor. Corporalidad viviente, existimos como vivientes y la vida pone ciertas determinaciones en las cuales se juegan las condiciones de la política. La lengua tiene el sentido de la existencia de un pueblo.

Aproximarse a algo, aproximarse en la fraternidad, acortar distancias a alguien que puede esperarnos o rechazarnos, darnos la mano o herirnos, besarnos o asesinarnos. Aproximarse es avanzar hacia el origen original, hacia la arqueología misma de todo discurso metafísico y filosófico. El ser humano no nace en la naturaleza, sino en la proximidad primera, en la inmediatez anterior a toda inmediatez, en el mamar. La inmediatez anterior a toda lejanía, a la economía, a la erótica, a la pedagógica y a la política. Reciprocidad originaria de la proximidad, no hay distancia todavía. Cara a cara, lo completamente humano, la realización de la plenitud de lo humano. El nacimiento también se produce dentro de una totalidad simbólica que amamanta también al recién llegado en los signos culturales y lingüísticos de su historia.

¿Dónde está el cara a cara en la totalidad? La proximidad erótica del beso y del coito, la sociedad política de la fraternidad en una asamblea, la proximidad de la pedagogía puede tornarse esencialmente equívoca en el encubrimiento del otro. El beso de los amados puede ser totalización autoerótica y utilización hedónica del otro, la asamblea de los hermanos puede convertirse en un grupo sectario dominador y de asesinos, el mismo mamar puede ser vivido como compensación de la carencia orgásmica con respecto al varón castrador y machista, la proximidad se torna equívoca. El cara a cara significa que se aparecen otros sujetos. Originariamente fueron los otros antes que el mundo, y ellos nos pusieron el mundo. El otro va equipando mi mundo, la primera experiencia en la proximidad, desde ella se produce el mundo, en cierta manera como pedagógica.

Las cosas se manifiestan en mi mundo desde lo que son, pero el sujeto no se comprende de todo en el mundo. El otro es incondicionado de mi mundo, su libertad supone que su comprensión total se me escapa. Esta exterioridad característica del otro se va a manifestar en toda estructura social, política, económica, sistémica. Nosotros como sujetos-en-el-mundo somos trascendentales al sistema en tanto que jugamos un rol y ahí es donde se encuentra la persistente posibilidad del cambio. Formamos parte de varios subsistemas, como estudiantes, amantes, hijos, hermanos, ciudadanos… Trascendemos los campos, y en ese sentido somos sujetos trascendentales a cualquier sistema en tanto que no se agota en uno.

El sujeto como trabajo vivo no es económico, es más bien subsumido en un sistema económico, pero la subsunción del trabajo vivo en un sistema económico como el del capitalista lo hace ser trabajo asalariado; pero el trabajo asalariado no agota todas las posibilidades del sujeto [la posibilidad-de-las-posibilidades-de-ser-en-el-mundo] como trabajo. Por eso es que puede hacer una revolución al capitalismo, porque si no estaría ya atado de por vida a ese sistema. Exterioridad es la posibilidad de un sujeto de no ser sólo miembro de un sistema o campo práctico. El sujeto no se agota como siendo miembro y además el sujeto al ser negado por el sistema guarda mayor trascendentalidad porque es más otro. El que es libre ante un sistema es el oprimido que toma conciencia de sí mismo, la mayor parte de los demás, de los que no son oprimidos, se limitan a replicar el sistema, es decir, a apegarse a su determinación. ¿Por qué? Porque el sistema les funciona. El cambio de un sistema no deviene de la clase dominante, sino de los oprimidos, para las élites ese sistema es el mejor sistema posible y el pasado construye la memoria de las víctimas. El socialismo real no era la realización plena de la clase obrera sino de una burocracia. El otro en tanto que otro del sistema siente. La totalidad nunca se puede cerrar del todo en el individuo como sujeto de un sistema.

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