Porque sueño

Porque sueño yo no lo estoy. Porque sueño, sueño, porque me abandono por las noches a mis sueños antes de que me deje el día. Porque no amo, porque me asusta amar. Ya no sueño, ya no sueño, ¡ya no sueño!... ya-no-sueño. A ti, la Dama, la audaz melancolia que con grito solitario hiendes mis carnes ofreciendolas al tedio, tú que atormentas mis noches con mis sueños cuando no sé qué camino de mi vida tomar, te he pagado cien veces mi deuda. De las brasas del ensueño sólo me quedan las cenizas de una sombra de la mentira que tú misma me habías obligado a oir. Y la blanca plenitud no era como el viejo interludio, y sí una morena de finos tobillos que me clavó la pena de un pecho punzante en el que creí, y que no me dejó más que el remordimiento de haber visto nacer la luz sobre mi soledad. E iré a descansar, con la cabeza entre dos palabras, en el valle de los avasallados.

Fragmento de L'avalé des avales de Réjean Ducharme leído en Léolo de Jean-Claude Lauzon

viernes, 29 de mayo de 2009

Estar

Como otros viernes de este semestre levantome temprano mi madre para asistir al colegio. Desperté con esa ensoñación recurrente de los días en que se duerme poco y con un débil dolor en el estómago. Entre las sábanas quedeme entrelazado aprovechando esos pequeños minutos que se ocupan en pensar en la visita noctámbula que vuelve a dibujar su imagen o en soñar que despertar será doloroso. Después de esa estadía matinal que cosecha los quehaceres cotidianos dispúseme a ir al colegio. Platón, el sofista, la posibilidad del no ser con respecto a algo, los géneros de las cosas, acriticidad, ese recordatorio del estudiante de música-ayudante de profesor que hizo comentarios absurdos a mi trabajo y cuyos vericuetos iba a responder hasta destrozarlos pero que sólo quedaron en palabras, ¿el proyecto de una metafísica?, eventos interpolados.
Ágora, el lugar al cual ir después de la primera clase a observar los traslúcidos rayos bajo el árbol o escuchar el sonido de la fuente, monótono y polifacético,o a dejarme saludar por las pequeñas flores que el árbol me regala como diciéndome "aquí estoy",o a observar los juegos de la trémula luz que reflejan las ondas de la fuente, patrones repetidos casi en un orden divino o a observar un gesto, una mirada, un rostro, unas mans siendo cómplice de esa levedad que me incita a contemplar.
Deambulé, merilé pasando por los laberínticos rincones de cu organizando un mapa mental de la ubicación de los edificios. Instituto de Matemáticas,quizás un lugar en el que alguna vez discuta, intriga de las personas, cuestionamiento del reparto de recursos, lectura de un artículo de los sistemas de valencias múltiples que se hipótesis de una tercer condicionante de la generación de superconductores, la energía superficial de los iones.
Paseo meridiano, trayecto en bicicleta, encuentro del lugar que andaba persiguiendo. Arribo, lectura acomodado ese barullo que permite leer, que no me hace sentir dentro de un entorno solícito y tematizado; el barullo, como se supone que es, ininterpetable. Diva, conferencia de la Callas.
Juán Ruiz de Alarcón, la verdad sospechosa, la conferencia se alarga, se interpone La cueva de Salamanca. Teatro, ¿somos un teatro, representacion, re-presentación?, ¿un volver a presentar? Vuelvo a ver a la chica, un semblante callado, ¿le hablaré este día?, aún la sigo encontrando.
Lógica, Alicia en el país de los acertijos, Smullyan. Mentir, falsear, acertar, veracidad, ¿culpabilidad?, ¿locura?
The wall, impresión, catarsis, conmoción, perturbación, metáforas, alegorías, pedagogía de las figuras, limpieza, terapia, agresión ¿telón? El muro de nosotros mismos, de nuestros propios fantasmas, de lo que queremos ver, de lo que no vemos, de lo que podemos ser, de las posibilidades de ser, de representar. Estoy loco, llámame loco.
Charla, discusión. Juego de ajedrez, estrategia, movimientos, predicciones, ¿regularidades?, inclinaciones sicológicas. Panepis, frío, dolor, recuerdos. Sorbo café, ¿me gusta por su sabor o porque su olor rememora tu adicción? Mudamente impresonado de sus ojos verdes, su mirada, entusiasmado, exaltadodestello, trémulo; quiás no vuelva a verlo de nuevo en mi vida.
Instanciación existencial, ocurrecias libres de nu y mu, restricciones, rememoramientos, estatuas. Punto cinco metros cuadrados, interdisciplina escénica, cautela, cautivación, coordinación, ciencia, cuestionamiento, control, encrucijada conductual.
Regreso.
Y siges ahí, impregnado de ti. -Mira, te digo. -¡Mira!, ¿no quisiseras pintarla?; Huele a viejo, a libro viejo. -Un juego embriagante de imagenes. No hay respuesta, no hay respuesta. ¿Qué no escuchas?, ¿No me escuchas?

martes, 26 de mayo de 2009

Y tus ojos lloraron hasta doler

Cuando pueda volver a darle cuerda a esta vida volveré a escribir sobre el "proyecto" del blog...

miércoles, 20 de mayo de 2009

Libertango

No busqueis respuesta alguna en el siguiente texto, en realidad no dice mucho. Está lleno de tautologías que sólo abren superficialmente los cuestionamientos. No debe de tomarse mucho en cuenta debido a las deshoras en que se escribe.

Alguien alguna vez dijo que lo bello es la intuición sensible de la idea, ¿esto es realmente así? Esta vez no elaboraré alegatos en contra ni tampoco a favor aún tengo que reformular la intencionalidad cognoscitiva de lo que se nos aparece y los ocursos intelectivos. Una de mis intuiciones sobre el lenguaje es que existen límites interpretativos de las formas que se enuncian si y sólo si no son poéticas, esto es, figurativas. Sobre estas últimas no tengo intuiciones claras, pese a ello, debido a las formas que se utilizan, diría que la apertura interpretativa se debe por un lado la indefinición de los objetos que se enuncían y por otro a la proclividad de no hacerles referencia. La música se interpreta, percibimos una forma, una representación. ¿Pero acaso existen límites interpretativos o es la música el lugar que custodia las representaciones de ser? Una respuesta tentativa, acaso ya antes dada, era el carácter multiasociativo de ésta. Vale la pena repensar este concepto e intentar indagar sobre los vericuetos que debe presentar.

A todo esto, he estado escuchando interpretaciones de piezas de Piazolla. ¿Encuentran en alguna de las que se presentan la intuición sensible de la idea? O ya si quiera, hablando "coloquialmente", ¿alguno les ha gustado? (A propósito de esta frase, la enuncio así porque últimamente -ya diría desde hace meses- se me ha estado reclamando el cuidado que llevo al uso de las palabras y los constantes preguntas terminológicas que hago a las referencias de los conceptos [no por esto pretendo agradar o complacer, nada más lejano que esto, no se me malentienda; sólo hallo "permisibilidad" en esta acepción (y vaya que en esta palabra se pueden encontrar ambiguos por acepciones en desuso [¿alguien alguna vez había encontrado un tercer o, en este caso, cuarto paréntesis/corchete dentro de una forma de pensamiento?]), pretendo comunicar algo). Si Gandhi -un profesor de la preparatoria al que le estoy muy agradecido- les pregunta alguna vez en uno de esos "desvaríos" que tanto me encantan que si conocen a alguien que se ponga a inquirir con quien dialoga por la pregunta socrática del qué es esto o aquello, les pido entonces que me nombren, porque antaño el estaba dudoso de que alguien de nuestra condición histórica lo hiciera). Entre otros he encontrado algunos objetos de representaciones o interpretaciones que no volvería a escuchar y que no incluyo en este video.









lunes, 18 de mayo de 2009

Hora cero


Otra vez aquí, encerrado en el vaciamiento de mí mismo. Una escena dalta al recorrer entre los cuadros, se nota que hay un vacío, un lugar donde colocar la pintura, el retrato de nuestras representaciones. No es como un elemento accesorio,no, la imagen es parte del sentido que deberían cobrar las representaciones, pero no está, simplemente no está.
Luz de esa artificie industrial se cuela entre mis ojos por donde debería entrar luz d eluna, ¡luz de luna!
Enciendo el computador, ¿por qué lo enciendo?, ¿para qué lo enciendo? De alguna forma sé qie ahora no encontraré sus mensajes al conectarme a la red. ¿Qué hago? ¿Busco acaso algo que calme mis ansias, ansias de nada?
Un vandoleón. Abro de nuevo el link del programa de estudios de otra "carrera". Ja, como si no hubiese recorrido ya los temarios, las asignaturas pasan por mi cabeza como el recuerdo que brinda una fotografía (¿qué tan nítida es la imagen ahí?). Aparecen los nombres que al revisar ya casi cotidianamente las secuelas semestrales antaño no han cambiado, algebra superior y geometría analítica, calculo diferencial y geometría moderna, algebra lineal y materias optativas. ¿Busco algo que haya cambiado en el plan de estudios o es que acaso busco que algo haya cambiado en mí?
De los cien vínculos que tengo añadidos o de los millones que me puede ofrecer una búsqueda google elijo esa, una página cuyo contenido no cambia. Quizás es por el cambio que puede producir en mí tomar aquella desición en los próximos días, es decir, por las correlaciones que puede procvocar de mi situamiento en el mundo que abro el explorador y fijo observo la página como queriendo encontrar algo, algo que no está.
Y en sueños el poema XX...